
Viana, elevada sobre un cerro, mira plácidamente hacia el horizonte. Ya no vigila; descansa tras un ajetreado pasado histórico como plaza defensiva frente a Castilla y sede frecuente de monarcas.
Su muralla abre ahora las puertas para dar paso a numerosas e interesantes casas solariegas, palacios e iglesias que muestran el esplendor que vivió entre los siglo XVI y XVIII.
(Foto: Javier Campos)